blink-182 - España 2012 (Madrid)

INFO
Fecha: Viernes, 20 de Julio, 2012
Ciudad: MADRID
Lugar: Palacio de los Deportes
Precios Entradas:  Pista 38€ | Grada 48€ |Golden Ring 90€
Capacidad: 15.500
Apertura de Puertas: 19.00h
Teloneros: Everlyn y The All-American Rejects

SETLIST
Feeling This
Up All Night
The Rock Show
What's My Age Again?
Down
I Miss You
Wishing Well
Dumpweed
Always
Violence
After Midnight
First Date
Blow Job
Heart's All Gone
Man Overboard
When You Fucked Grandpa
Ghost on the Dance Floor
Fuck a Dog
All the Small Things
Josie

Encore:
Can a Drummer Get Some? (Solo de Batería de Travis)
Carousel
Dammit
Family Reunion

CURIOSIDADES
- El miembro mas aclamado por el publico fue Travis, al punto de poner celoso incluso a Tom.
- En un momento dado, el publico empezó a tararear 'Seven Nation Army' de The White Stripes, y Mark se animo a tocarla con el bajo. En vez de cantar "I'm going to fight them off" Tom cantó "I'm gonna fuck them all"
- Tocaron When You Fucked Grandpa y Man Overboard
- Mark al final del concierto se quedo un poco más, bromeando con el bajo, se puso a hacer un redoble y dijo: "Are you ready for the big end, the gand end...?" Tocó una última nota y dijo muy rápido: "This was the end of the show, we're blnk-182, see you next time, bye bye." regalo puas entre el publico y se fue.
- Al final de Ghost on the Dacefloor Mark canto parte del tema 'Wannabe' de las Spice Girls
- Antes del solo de Travis se soltaron balones hinchables por el publico
- Tom canto: "Tom is awesome, Tom is great, we wanna masterbate."
- Al terminar Carousel Mark dijo en Español: "Me llamo Mark"
- Tom dijo en Español: "Mis huevos son muy viciosos con mi padre, mi padre es muy bueno en la cama".
- Tom: "mis huevos son grandes."
Mark: "se dice gordos."
Tom: "mis huevos son gordo"
- Antes de tocar The Rock Show, Mark y Tom hablaron sobre fútbol. Mencionaron a Messi y el público se puso a abuchear. Después, Tom dijo que cree que el Real Madrid es mucho mejor que el Barça (La gente empezó a gritar, aprobando lo que decía). Justo antes de comenzar a tocar Tom nombró a un jugador italiano, creyendo que era español, y cuando Mark le corrigió Tom dijo "Italy? Fuck Italy!"

CRÓNICAS

WMusik.com - Leer Crónica Completa
Han pasado más de nueve años desde que Blink-182 alcanzase el éxito mundial con su álbum homónimo, llevando a día de hoy 20 años de trayectoria musical, pero desde luego podemos asegurar que Tom Delonge, Mark Hoppus y Travis Barker no son los mismos que por aquel entonces en ningún sentido.

No se trata sólo de la edad, la experiencia o de que ahora sean padres de familia, si no de que han madurado y están haciendo todo lo posible por cambiar esa imagen inicial de chavales juerguistas y gamberros que se dedicaban a vivir la vida reflejándolo en sus pegadizas canciones de punk melódico.

Madrid pudo notar el cambio durante el concierto que tuvo lugar la tarde del 20 de julio en el Palacio de los Deportes, donde Everlyn, The All-American Rejects y Blink-182 congregaron a miles de personas dispuestas a disfrutar de su música en directo. Entre ellas había una gran mayoría de veinteañeros e incluso jóvenes que rozaban la treintena, quienes acudían a recordar a una de las bandas predilectas de su adolescencia, skaters por doquier, pelos y crestas de colores, niños, padres, madres y adolescentes gritonas con todo el cuerpo pintarrajeado con canciones de sus ídolos.

Con todo, aquella noche las grandes estrellas eran Mark, Tom y Travis, de quienes podemos decir sin equivocarnos que no se involucraron sobre la tarima tanto como sus antecesores. Con un directo muy similar al de Barcelona, bromitas acerca de los huevos del padre de DeLonge inclusive, apenas se atrevieron con el español y el público poco pudo ver de ese deseado show provocativo al que nos tenían acostumbrados hace años.

Guitarras altas, como si de los Beatles se tratasen, Mark y Tom apenas se movieron por escenario salvo en los momentos en que había que poner posturitas. ¿Y qué importa? Estamos ante Blink-182, ése grupo que en su día encarnó el punk-californiano de los 90. La gente sonríe, salta, disfruta, se lo pasa bien.

Su concierto comenzó cuando los primeros acordes de Feeling This inundaron el recinto mientras el público emitía gritos de histeria colectiva. Travis Barker dejó notar ya desde este primer tema tan celebrado por la audiencia que el batería de los de California era quien llevaba el peso del espectáculo ante sus dos “desganados” compañeros.

Seguidamente sonaba Up All Night con su característico riff de guitarra, primer single del último disco de la banda, ‘Neighborhoods’. Blink demostró un sonido diferente en sus antiguos temas, que por sorpresa sucedían a la perfección a aquellos más nuevos presentados en su trabajo más reciente como Ghost On The Dancefloor, Wishing Well o Heart’s All Gone.

Ni qué decir tiene que las canciones más conocidas de la banda como Whats my age again?, The Rock Show, All the small things, Josie o Dammit fueron las más coreadas de la noche y los responsables del éxito del directo, aunque realmente Mark, Travis y Tom repasaron prácticamente todos los temas significativos de su discografía.

Momentos destacables del directo, realmente pocos. Con todo, asistir a un concierto de Blink-182 merece la pena tan sólo por ver al enigmático Travis Barker a las baquetas mostrando su innegable dominio en la batería incluso tras haber superado un accidente de avión. Denominado por muchos como uno de los grandes bateristas de nuestra época, Barker es sin duda una de esas estrellas misteriosas que permanece en segundo plano en los directos pero que brilla con luz propia.

En definitiva podemos resumir la noche en general con un show que quizás decepcionó a algunos por las altas expectativas puestas ante el grupo de su adolescencia que ha querido hacerse mayor, mientras que por otra parte entusiasmó a otros tantos que decían haber presenciado el mejor concierto de su vida. Éstos, jóvenes, por supuesto, con muy pocos directos a sus espaldas.
Agencia EFE - Leer Crónica Completa
Los californianos Blink 182 han hecho vibrar pista y grada del Palacio de los Deportes de Madrid, donde su batería, Travis Barker, se ha proclamado estrella absoluta de la noche.
Las ganas e ilusión de ver de nuevo a la banda en nuestro país se han hecho valer por encima de la desgana mostrada por Mark Hoppus y Tom DeLonge, bajista y guitarrista, cuyos pies parecían pegados al suelo del escenario. Eran las 19:00 y la cola para entrar al Palacio de los Deportes ya doblaba la avenida frente al mismo. En ella se mezclaban jóvenes cercanos a la treintena, deseosos de recordar a una de las bandas más laureadas de su juventud, y adolescentes que aprovechaban la oportunidad que brinda el Palacio y que no ofrecen las salas de conciertos de Madrid: la entrada a menores. Las nuevas generaciones punk aguardaban para el que era, para muchos, su primer gran concierto, en el que refrescos y pizzas corrían como corre la cerveza en las salas de música en directo.
A los californianos les precedían dos bandas, los madrileños Everlyn, que sorprendieron para bien su punk melódico; y The All-American Rejects, cuyo cantante quiso hacer un guiño, fallido, al público español vistiéndose de torero. O de algo que pretendía parecerse a un torero.

Tras dos horas, tal vez excesivas, de teloneros, Blink 182 aparecía en escena. Arrancaban golpeando, sin anestesia, con uno de sus grandes éxitos, "Feeling this", single de su disco homónimo lanzado en 2003 y que lanzó a la banda al estrellato. Nada más salir la banda al escenario, el público de las gradas se puso en pie y se agolpó en las primeras filas, donde permaneció, saltando y brazos en alto, durante todo el concierto. Al punk no le gusta estar sentado. El único que permaneció en su silla (casi) todo el concierto fue Travis Barker, batería de los de California, que ejerció de locomotora de la banda durante todo el directo.
Barker parecía fustigar, a golpe de bombo y caja, al resto de la banda, que no llegó despertar del todo durante el espectáculo, cantando a media voz y sin apenas movimiento sobre el escenario. Su desgana, camuflada con efectismos de vídeo, luces y decorado, no se contagió al público, que disfrutaba de los grandes temas del grupo al ritmo que marcaba el apoteósico Barker.
Blink 182 supo disolver casi todo su último álbum, "Neighborhoods" (2011), entre los temas más conocidos y cañeros de la banda, como "Whats my age again?", "Dumpweed", "Violence" o los coreados "All the small things" o "Josie", últimos temas antes de los bises.

Tras despedirse antes de la cortesía final, el primero en volver al escenario fue Barker, que, solo a la batería y con un acompañamiento cercano al hip hop y la electrónica, dio una lección de virtuosismo con las baquetas en un tema que sonaba más a Limp Bizkit que a Blink 182.
Envuelto en un espectáculo de luces y ovaciones, el tatuadísimo Barker dio paso al resto de la banda, que se dispuso a lanzar lo que le quedaba de armamento pesado, siempre con el batería como bombardero: "Carousel", "Dammit" y la extremadamente corta "Family Reunion", de apenas 35 segundos, sirvieron de colofón al espectáculo. Las luces se encendían y con ellas empezaban a brillar las frentes perladas de sudor de los asistentes. Camisetas con el logo de la banda goteando sudor y gorras empapadas, y sus dueños con una gran sonrisa. Para los más jóvenes, ha sido el mejor concierto de su vida. Todavía les queda mucho por ver.

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